Existió alguna vez un lugar llamado “Isla Bonita”, era un sitio, de esos que la tierra guarda para si misma, era muy bello, había un gran mar azul con palmeras, y volaban muchos pajaritos, y en la noche, se veian grandes olas plateadas formadas por el brillo luna, y que bailan con ella al son de el sonido de la arena.
En ese mismo lugar vivian dos hermanitos, llamados Irma y Juanito, a ellos, les gustaba jugar mucho con las olas, y la blanca espuma del mar.
Pero, les entristecía algo, el no poder ir a la escuela, Irmita, siempre pensaba en cómo sería un Kínder, ya que su prima que a veces iba a visitarlos, les había contado acerca de él. Juanito, también se lo imaginaba, como un lugar con muchos colores y maestras que enseñaban muchas cosas buenas.
En ese momento, mientras ellos imaginaban lo bonito que sería aprender… ¡Salto un delfín! Que era el más inteligente de todos los peces del mar, al verlos tristes, les dijo:
Delfín: He oído que es lo que ustedes desean, y ¡Yo!... el delfín mas listo del mar, les regalare un tesoro.
Irma y Juanito, se pusieron muy felices y preguntaron… ¿Cuál es ese tesoro?
El delfín les dijo: son muchas cosas que les permitirá aprender, y se llaman portadores de textos.
Irma exclamo diciendo: Nosotros, nunca hemos oído hablar de ellos, y tampoco hemos visto ni uno.
Juanito pregunto: ¿Y donde esta ese tesoro?
El delfín les dijo: Para encontrarlo, tienen que manejar un gran barco, y convertirse en piratas!! Y cuando al fin lo encuentren yo, les enseñare todas esas grandes historias, cuentos maravillosos, y palabras que ustedes aprenderán, para que también sean muy listos como yo.
Y así fue, como Irmita y Juan, con permiso de sus padres, fueron en busca del tesoro.
Para buscarlo, pasaron por lugares muy bonitos, donde podían ver, tortugas, y peces de muchos colores, pero también, por lugares feos, y llenos de peligro, donde había enormes ballenas y tiburones dientudos.
Pero Irma y Juanito, nunca tuvieron miedo, y así fue como un día, que había un lindo arcoíris en el cielo, bajo muchas piedritas, encontraron el tesoro!
Había, muchos libros, con historias fantásticas, felizmente, regresaron a casa, y el delfín les enseño como había prometido, todas las cosas que decían, y Irmita y Juanito, ahora son muy listos y descubrieron el secreto y la magia de la escritura.